¿Por qué el inversor se siente caliente al tacto?

¿Alguna vez te ha preocupado el calor de la carcasa de tu inversor? Bueno, no es motivo de preocupación, sino más bien una señal de que el sistema está funcionando según lo previsto: la carcasa sirve como parte integral del mecanismo de refrigeración.

Por qué es importante el disipador de calor para los inversores

En el ámbito de la electrónica, los componentes activos generan calor cuando la corriente fluye a través de ellos. Cada uno de estos componentes tiene una temperatura de funcionamiento designada. Cuando el rendimiento de disipación de calor de un inversor no es óptimo, la temperatura dentro del inversor puede exceder el límite, comprometiendo potencialmente la eficiencia de los componentes, la vida útil y la confiabilidad operativa general.

Además, el calor generado durante el funcionamiento del inversor provoca pérdidas de energía, lo que afecta la eficiencia de conversión de energía y la producción de energía general.

Diseño del disipador de calor de Deye

Actualmente, las técnicas de disipación de calor por inversor adoptan predominantemente la convección natural y el enfriamiento por aire forzado.

Para los inversores de baja potencia, tenemos aletas de refrigeración de aluminio, que maximizan la superficie para mejorar el contacto con el aire y una rápida dispersión del calor. Para los de mayor potencia, sobre la base de más aletas de refrigeración, se añaden mecanismos de refrigeración por aire forzado con ventiladores de refrigeración inteligentes, que aceleran el flujo de aire para una disipación de calor superior.

El papel de la carcasa del inversor en la disipación de calor.

A excepción del disipador de calor, la propia carcasa del inversor también comparte una carga de disipación de calor, lo que acelera el proceso de transferencia de calor. Y cuando se coloca en ambientes específicos, como durante el verano, cuando las temperaturas externas alcanzan los 40°C, la temperatura de la carcasa suele oscilar entre 55°C y 60°C, lo que explica la sensación de calor al tocar la carcasa del inversor.

En conclusión, tenga la seguridad del suave calor que siente al tocar la carcasa de un inversor. Es una señal de un sistema de gestión térmica que funciona bien, que protege los componentes de su inversor y garantiza que sigan siendo eficientes y duraderos.